Carla Andrade 
Santiago Morning sufrió una derrota demoledora en los cuartos de final de la Copa CONMEBOL Libertadores 2020, la mayor goleada que ha sufrido un equipo chileno en la competición, y para muchos, la más dura. Del otro lado, un Corinthians impecable de principio a fin, una muestra de fútbol en un nivel que no vemos tanto en Chile, un Timao que no tuvo piedad y dejó al Chago con 7 en contra.
Es inevitable hacer un paralelo entre el partido del Chago con el amistoso jugado por Chile con Holanda el año 2019, pocos meses antes de debutar en el mundial de Francia 2019. La Roja Femenina se enfrentó con Holanda de Vivianne Miedema, Daniëlle van de Donk, Shanice van de Sanden y un largo número de estrellas en el top mundial, Campeonas de la Eurocopa 2017, y aunque no podamos creerlo hoy, ese día salimos de igual a igual en cancha.
Holanda rápidamente se puso en ventaja y marcó el ritmo de un partido que no pudimos controlar ni contener. Llegaron por las bandas, por el medio, por arriba, como si la cancha se hubiese teñido de naranja, ante un Chile que no pudo reaccionar ni hacerle frente. Ese “ser fiel a nuestro juego” pasó una cuenta y grande, caímos por 7 goles a cero. Jamás olvidaremos la frustración en la cara de las jugadoras, esa mezcla de rabia y pena que deja un resultado como aquel.
La lección de ese partido fue positiva, aunque nos haya dolido en ese momento, porque aprendimos varias lecciones: entendimos que adaptar la forma de juego o cambiar el esquema no te hace perder convicción, sino que te hace estratega al pararte en la cancha de acuerdo a lo tienes y lo que ves que puede venir.
Santiago Morning tiene un plantel de altísimo nivel, el problema vino de quien arma las piezas, que no previó y no logró leer el partido durante los 90’.
Carla Andrade.
Misma situación de Santiago Morning en la caída con Corinthians, que se paró de igual a igual con las Campeonas 2019 del Torneo: se paró para atacar, aprovechar espacios y controlar el medio campo; una estrategia a la que le faltó reconocer con quién se jugaba el partido. Un posicionamiento inocente, si se prefiere.
Lo anterior no implica que se esté pensando a las jugadoras nacionales como inferiores; el talento que tienen las Bohemias es excepcional, Karen Araya o Ryann Torrero son jugadoras que cualquier equipo querría tener. Pero, su talento y capacidades no fueron potenciadas ni resguardadas estratégicamente, pensando que hay una diferencia física y de versatilidad futbolística con el rival.
Santiago Morning salió a atacar. Las bandas fueron un paseo brasileño sin contención, un ataque constante y una potencia de un nivel espectacular. Tal como pasó contra Holanda.
La selección volvió a jugar contra un grande tres meses después: Alemania, número 2 del mundo en ese momento, con el Mundial 2019 ya en la puerta. Salimos cautelosas y muy conscientes de contra quién estábamos jugando y de nuestras propias fortalezas individuales y como equipo. El resultado fue un 2-0 contra las ocho veces campeonas de la Eurocopa. Lo más importante es que aprendimos y no fuimos soberbios para mantener un estilo que frente a algunos equipos es insostenible.
Santiago Morning tiene un plantel de altísimo nivel, el problema vino de quien arma las piezas, que no previó y no logró leer el partido durante los 90’.
Como representantes clasificadas a la Libertadores 2021, se esperaría reflexión y autocrítica de parte del cuerpo técnico, especialmente si la idea es seguir enalteciendo el club y el fútbol jugado por mujeres de Chile, y que cada año se acorte esa brecha que vimos el domingo.
Créditos foto: Santiago Morning.
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