Bárbara Koster: la venezolana que es pilar fundamental en la defensa de Universidad Católica

Bárbara Koster entrevista 2023

Bárbara Koster ha jugado los siete partidos que lleva el conjunto cruzado en el torneo nacional y es una indiscutida en el once titular.

El comienzo del Campeonato Femenino 2023 no le ha dado a Universidad Católica los resultados esperados. Pero, siempre se pueden rescatar elementos positivos, uno de estos es Bárbara Koster. Universidad Católica presentó a la experimentada jugadora de 31 años en enero y se ha convertido en uno de sus pilares fundamentales.

Luego de dejar Caracas de Venezuela, equipo con el que fue subcampeona de la Copa Libertadores en 2014, llegó a Palestino en 2019. Allí, realizó destacadas actuaciones y eso le valió ser fichada por Fernández Vial en 2021 y llegar a las Cruzadas este 2023. Contragolpe conversó en exclusiva con la experimentada jugadora, donde detalló su gran presente, el liderazgo que tiene dentro del plantel y sus ganas de estar en los Panamericanos Santiago 2023 con la Selección de Venezuela.

— Qué gran presente has tenido. ¿Cuáles son tus sensaciones en torno a esto?

—Buenas, vamos bien gracias a Dios. Siempre se puede dar más en el fútbol.

—De los 7 partidos que van en el campeonato, los has jugado todos. ¿Cómo te tomas el ser una pieza clave para Ángel Hualde?

—Agradecida con el profesor. Ser una pieza fundamental se da más por la experiencia, por el trabajo que se ha hecho, me lo he ganado. Ángel (Hualde) me ha dado la oportunidad. Es importante que tu entrenador confíe en ti.

—Tuviste la oportunidad de jugar con Ninoska Lecaros en Fernández Vial y ahora te ha tocado en la UC, son una dupla ya con experiencia.

—Contamos con una excelente comunicación. Han sido bastantes cosas buenas y malas que hemos vivido, por factores ajenos fuera de la cancha. Somos buenas compañeras hasta hoy. Me gustaría que estuviera conmigo, pero las lesiones llegan y a nadie le gusta tenerlas. Le tocó, ahora debe recuperarse y la esperamos con los brazos abiertos para que juegue muy pronto. Tenemos dos años juntas.

—Cuando jugaban en Fernández Vial, tú te adelantabas unos metros y ella se quedaba en su posición para generar espacios, me imagino que eso lo da la experiencia.

—Sí, el tiempo, el día a día hacen que nos conozcamos. Cuando se crean lazos dentro y fuera del campo de juego, uno se comunica sin hablar. Todo se nos hizo más fácil.

—La manera en la que juegas es de harto roce y conversación con el árbitro. Tienes 3 amarillas, pero se puede ver que manejas bien las amonestaciones para no ser expulsada.

—Soy una jugadora intensa, pero soy muy bajo perfil. Cuando hablo con los árbitros es siempre en el margen del respeto y educación. La idea es hacerles saber que también son seres humanos y que se pueden equivocar. No les critico su labor, me acerco a ellos y converso. Todos estamos en proceso de crecimiento y así poder avanzar.

—Este plantel de Universidad Católica es nuevo, con bastantes jugadoras jóvenes. ¿Te tocó tomar ese rol de liderar al grupo dentro de la cancha?

—Con la experiencia, quieras o no, vas a tener que llegar a tomar el timón. Soy ese tipo de personas que trata de ayudar a las chicas, guiarlas y darles un consejo en el minuto indicado. Me gusta ser así. No necesito tener una jineta para poder dirigir el equipo. Los años entregan mucho.

—¿Y en el camarín?

—Sí, es un plantel joven, son todas educadas, con muchos valores y eso hace que la tarea sea mucho más fácil. Estoy feliz de estar aquí, que todas sean mis compañeras; tienen muy buenos sentimientos y siempre te enseñan algo. Más allá de que yo les pueda enseñar en lo futbolístico, la experiencia o cualquier mañita, yo creo que entre todas aprendemos.

—Tu presentación en el club fue el 31 de enero de este año. En aquel entonces fuiste muy de piel con los medios y sobre todo cercana.

—Lo bonito del fútbol femenino es que lo jugamos mujeres y, para todos, las mujeres son madres, las encargadas de dar vida. Me gusta marcar la diferencia, porque soy creyente De Dios, y ante los ojos de él todos somos iguales. Nadie es más que el otro. Todo el que quiera colaborar y hacer crecer la disciplina, se le tiene que dar una sonrisa y un abrazo. Se necesitan más personas como ustedes, que quieran apoyarlo.

—En octubre serán los Juegos Panamericanos Santiago 2023, estás con un gran nivel futbolístico y conoces el país, ¿Ves posible una futura nominación?

—Yo creo en Dios, si él quiere que esté allí, perfecto. Él permitirá si me dan o no la oportunidad. Quién no quiere estar en su selección, vestir los colores, cantar el himno nacional. Si tengo la chance, me gustaría estar.

—¿En cuántos procesos estuviste nominada anteriormente?

—Estuve en la Sub-17, Sub-20 y módulos de la adulta, pero no tuve la oportunidad de debutar. En ese momento estaba un técnico que no me caía de la mejor manera. Si alguien quiere mi presencia, lo agradezco.

—Llegaste a Chile en 2019, específicamente a Palestino, luego Fernández Vial en 2021 y ahora Universidad Católica. ¿En qué se diferencia el fútbol chileno con el venezolano?

—Somos más cariñosos, pero no en el tacto, sino que al hablar: hola, mi amor, cómo le va mi vida y esas cosas. Entonces, a eso voy, porque aquí, a veces, las hinchadas insultan con malas palabras. No te niego que allá se salga un comentario fuera de lugar, pero eso pasa. Cuando me vine, el fútbol era totalmente diferente. No puedo hacer una diferencia exacta de cómo está, me fui hace cuatro años. El ambiente es muy cálido.

—¿Es un fútbol mas de roce?

—Sí, todas las jugadoras que están acá en Chile, que son venezolanas, cuentan con un nivel mayor de intensidad. Marcamos más la diferencia, somos rápidas, porque el fútbol de allá es así. El fútbol chileno es un poco pasivo, es mas de toque. Desde que lo profesionalizaron, se agigantó la competencia, los equipos se pusieron más a la par y los pequeños les hacen la pelea a los grandes. Se equilibró la abalanza.

—¿Hay algún ritual o cábala que mantengas en los años que llevas acá?

—Ritual no, pero yo pongo mi vida y los partidos en las manos del señor.

— Y la gastronomía, ¿Qué diferencias encuentras?

Es similar. Ustedes tienen el pastel de choclo y nosotros la cachapa. Allá se come mucho, hay cosas parecidas, pero acá es un poco más saludable y nosotros sazonamos más la comida. Los sabores no son tan distintos, sino que todo se prepara de manera diferente.

—¿Qué opinas de la empanada?

La he probado. Cuando lo hice, la que me tocó tenía mucha cebolla y no le vi la carne por ningún lado. Me dijeron llevaba, pero no la encontré. No fue de mi agrado.

Foto: Comunicaciones Universidad Católica

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Jorge Orellana

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