Antonio Loma-Osorio 
Wikipediazo express: su nombre completo es Tamires Cassia Dias de Britto. Nació en Caeté, Minas Gerais, el 10 de octubre de 1987. A ver, qué más… tiene un hijo, Bernardo, y su marido es un futbolista de equipos menores que se llama César Britto.
El domingo recién pasado, Santiago Morning dijo adiós a la Conmebol Libertadores Femenina, luego de un estrepitoso 0-7 ante Corinthians, el actual campeón vigente del certamen y el más serio candidato a alzar nuevamente la copa en la edición de este año. Mazazo duro para las Bohemias, que en la fase de grupos habían demostrado mucha jerarquía para superar una llave difícil en que también estaban Boca Juniors de Argentina y Avaí/Kindermann de Brasil.
Pero les tocó el Timao y, luego de 90 minutos, el desastre fue mayúsculo. Mientras se desarrollaba el partido y caían y caían los goles corinthianos, apareció por ahí el clásico “es que esto demuestra que el fútbol brasileño está a años luz del chileno y es urgente la profesionalización”… A ver, a ver, a ver… Hagamos una pequeña pausa ahí.
¿Diremos acaso que Su Helen Galaz o Daniela Pardo eran más profesionales cuando jugaron la final de 2010 que en el partido del domingo? Recordemos el duelo de aquel entonces: Everton de Viña del Mar mantuvo a raya al poderosísimo Santos de Brasil hasta el minuto 88’, cuando un tiro libre de la legendaria Maurine derribó finalmente el pórtico de Christiane Endler. Las Sereias da Vila, así, alzaban su segunda Libertadores consecutiva; y les costó sangre, sudor y lágrimas ¿Nombres? Entre muchas, Cristiane, Thais y eso que un poquito antes se había marchado de allí nada menos que Marta Vieira da Silva, la por muchos considerada como la mejor futbolista de la historia.
¿Era esperable una derrota ante Corinthians? Obvio, es un equipazo. Pero no de esa manera. Queda la sensación de que fue el propio Chago el que se las hizo muy fácil.
Antonio Loma-Osorio.
Entonces, queda desacreditado el argumento de “ah, es que la profesionalización”. Aquí se hablará de fútbol, porque ellas lo merecen además. Basta de ese trato condescendiente e innecesario de culpar a una competencia precaria, cuando hubo pecados futbolísticos que llevaron al descalabro en el José Amalfitani. Todas estas jugadoras y el cuerpo técnico batallaron por años para que se les considerara como lo que realmente son: futbolistas de elite y, como tales, merecen que sus respectivos desempeños sean analizados bajo una lupa futbolística. Loas cuando ganan; críticas (constructivas, siempre), cuando pierden.
¡Ah, sí!, ¡TAMIRES! Tremenda jugadora que a nivel de clubes es una verdadera institución en Brasil, además de haber mostrado su talento en Estados Unidos y Dinamarca… Tamires, Tamires, ¡TAMIRES! ¡Había que tener ojo con Tamires! Claro, con el diario del lunes siempre es fácil descubrir qué se podría haber hecho, pero ¿Era aconsejable que Javiera Roa, una futbolista que ha hecho casi toda su carrera como delantera, estuviese a cargo de la custodia de la banda derecha, justamente por donde transita la mentada Tamires?
A la “Olímpica” había que tirarla arriba, como delantera por la derecha, y en la banda usar a especialistas en el puesto como Ámbar Soruco o Rocío Soto. Roa, desde puestos más avanzados y su característica refriega (porque la chica si algo tiene es que “las corre todas”) hubiera sido la primera barrera que habría tenido que sortear Corinthians para generar juego. Por el contrario, con Angelina Hix abierta y apenas acoplándose a un equipo al que recién llego hace un mes, Roa estaba indefensa en el flanco derecho.
Por otra parte, en la posición de “centrodelantera”, era obvio que Daniela Pardo naufragaría. El antecedente que viene a la memoria es el 0-1 de la Selección ante Francia en Caen, en 2017. La oriunda de La Bandera tuvo que desempeñarse en esa posición y fue sobrepasada constantemente por Wendy Renard y Laura Georges.
El partido aconsejaba que la “14” ocupara un lugar en la contención, repartiendo leña, y metiéndose entre las centrales cada vez que Corinthians atacara. Pardo “te muerde” todo el partido y las brasileñas tendrían que haberlo pensado dos veces para pasar por la zona custodiada por ella y, cómo no, aguantarse uno o dos “cariñitos” de la avezada volante nacional. Así fue en la final de la Copa Uber, que La Roja ganó en penales, en el mismísimo Pacaembú de Sao Paulo, al Brasil de Pía Sundhage. Seguro que más de alguna integrante de la Canarinha aún tiene sueños desagradables recordando todo lo que metió Pardo en esa final bajo la lluvia.
Pero se optó por otro diseño. Respetable pero, a la luz del resultado, poco adecuado. Solo una contención (Pancha Mardones) y Araya con Fajre de creadoras (¿Para alimentar a quién, si la pelota la tenía siempre el Timao?) A Tamires le bastaron siete minutos de furia (acompañada por la escurridiza delantera Adriana) para derrumbar cualquier atisbo de supremacía bohemia. Cuatro goles en el primer tiempo y ¡chao!, partido liquidado. El segundo lapso, sencillamente, estuvo de más.
¿Era esperable una derrota ante Corinthians? Obvio, es un equipazo, pero no de esa manera. Queda la sensación de que fue el propio Chago el que se las hizo muy fácil.
Bueno, terminemos el cuento de Tamires: jugó dos Mundiales (Canadá 2015 y Francia 2019), unos Juegos Olímpicos (Río 2016), fue campeona de la Copa América (Ecuador 2014 y Chile 2018) y de los Juegos Panamericanos (Toronto 2015). Tiene más de 100 presencias internacionales con Brasil y fue elegida por la IFFHS como la mejor lateral izquierda de la década en la Conmebol… Una crack de aquéllas y que había que cuidar para tener alguna opción de avanzar de ronda en la Libertadores. Santiago Morning no lo hizo y Tamires le pintó la cara.
Comentarios