Orgullo y prejuicio

Vasco da Gama Orgullo

En el Día Internacional del Orgullo LGBT+, exponemos cómo la diversidad y la discriminación están directamente ligados con el fútbol femenino. Por un deporte sin prejuicios.

Probablemente pensarán ustedes que por el título nos referíamos a la afamada película, pero no es así. Un 28 de junio de 1969, en Nueva York, dio a lugar una redada que marcaría la historia de la comunidad LGTBIQA+ mundial. Esa es la razón por la que hoy se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBT+. En las afueras del StoneWall, un famoso bar gay de la ciudad, las disidencias opondrían resistencia a las constantes golpizas y vejámenes que ejercía la policía de forma aleatoria a quienes concurrían al lugar.

Fueron dos días seguidos de barricadas, resistencia y hermandad en donde gays, lesbianas, trans y travestis dirían NO MÁS a la discriminación. Pero, ¿qué tiene que ver esto con el fútbol jugado por mujeres? Mucho más de lo que se cree.

El fútbol femenino ha convivido desde tiempos inmemorables con los prejuicios ejercidos por la sociedad hetero-patriarcal. Desde sus inicios, con el primer partido jugado en 1895, que los hombres de altas sociedades consideraban que el fútbol no estaba hecho ni debía ser jugado por mujeres.

Es por eso que en Inglaterra, país de origen del juego, se les prohibió a las mujeres practicar el fútbol por al menos 50 años. A este país se les sumaron también Alemania, Francia y Canadá, entre otros. En nuestra Latinoamérica, Brasil también prohibió el fútbol femenino, en 1941 bajo las órdenes del dictador Getúlio Vargas.

Según estos antecedentes, tanto disidencias como mujeres han sido discriminadas por una misma sociedad. ¿Se imaginan entonces cómo ha sido el camino de una futbolista perteneciente a la comunidad? Tener que convivir con el hecho de que te miren en menos por ser mujer y disidencia, muchas veces llevar una doble vida y/o esconder a quien amas. Sin lugar a dudas ha sido un largo camino para cada una de las actrices que rodean este deporte. No obstante, afortunadamente nuestro mundo ha ido evolucionando y como muestra de ello hay algunos antecedentes que podemos destacar.

Megan Rapinoe

La delantera de la selección de Estados Unidos, por más de 10 años, ha utilizado su imagen como estandarte social del deporte para promover causas como la igualdad de género y los derechos LGBTIQA+. Sin ir más lejos, en el Mundial de 2019 lanzó frases hacia el presidente de Estados Unidos en ese entonces (Donald Trump) aludiendo a su discurso homofóbico y machista. “No se puede ganar un torneo sin gays en tu equipo, eso nunca se ha hecho. Ser gay en el Mundial durante el Mes del Orgullo es lindo. Me motiva la gente como yo, que lucha por las mismas cosas. Saco más energía de eso que de discutir con los que odian y de tratar de probar que están equivocados. Eso me quita energía”, expresó. Para terminar por confirmar que, si la USWNT ganaba el mundial, no irían a la Casa Blanca.

Ese mismo año, al recibir el premio de la FIFA “The Best”, nuevamente Rapinoe utilizó el espacio permitido para poner temas importantes en la palestra. “Siento que, si queremos tener un cambio verdadero, necesitamos que no solo Sterling y Koulibaly, sino que todos estuvieran igual de molestos con el racismo como ellos. Si todos estuvieran igual de molestos por la homofobia como los jugadores de la comunidad LGBTIQ; si todos estuvieran igual de molestos por la falta de pago igualitario o falta de apoyo al deporte femenino y no solo las mujeres, eso sería una inspiración máxima”. Y así suma discursos, acciones y espacios para poder visibilizar a la comunidad.

Pernille Harder y Magdalena Eriksson

Nuevamente nos remontamos a Francia 2019, ya que estas dos jugadoras fueron protagonistas; una en la cancha y otra en la galería. Apenas terminaba el partido entre Suecia y Canadá, Eriksson caminó hacia las gradas para poder recibir las felicitaciones y el cariño de su novia a través de un tierno beso. Lo que no sabían es que aquel momento lo capturaría uno de los miles de fotógrafos del estadio y la foto daría vuelta al mundo.

Las redes sociales explotaron de forma positiva, recibiendo ambas mucho apoyo y amor por parte de los fans. Según Harder, “además, eso hizo que Magda y yo nos diésemos cuenta de que somos referentes no solamente en el fútbol, sino también en este ámbito. Es algo que hemos aceptado, porque sabemos que somos afortunadas por sentirnos seguras y tranquilas a la hora de mostrarnos abiertas sobre nuestra relación”, resaltó.

Eriksson y Harder en el Mundial de Francia 2019. (Foto: FIFA)

Luego de este evento, la pareja decidió hacerse cargo de su imagen y apoyan una fundación que colabora con jóvenes LGBTIQA+ para empoderarlos, que logren aceptarse sin ataduras y/o tengan una transición hacia su verdadera identidad de género acompañadxs.

Marta Da Silva

La astro mundial nunca había hablado acerca de su vida sentimental, ni tampoco revelado si estaba en pareja o no. Hasta el 4 de enero de este año, día en que anunció por medio de sus redes sociales su compromiso con Toni Deion, su compañera de equipo en el Orlando Pride. Si bien no ha sido una activista por los derechos de la comunidad, su visibilización ayuda a que en Latinoamérica tengamos referentes que sean mundialmente reconocidas por su trabajo y su labor, que no ha estado exenta de discurso pro igualdad de derechos y salarios en el fútbol femenino.

Mara Gómez

En diciembre del 2020, Mara se convirtió en la primera mujer trans en ser parte del torneo de Primera División profesional argentino. Fue un hecho histórico para Sudamérica y el mundo. Según sus palabras, se trató de una “conquista colectiva y social” porque fue el “resultado de años de lucha por parte del colectivo LGBT”. Aseguró, además, que recibió apoyo de compañeras de profesión y de la selección argentina, lo que le da esperanzas de que este mundo sea más inclusivo.

Gómez se ha convertido en el estandarte para miles de disidencias y jóvenes trans que buscan, al igual que ella, poder jugar y desarrollarse a nivel profesional en su deporte. Sin embargo, muchos de ellxs han encontrado barreras donde quiera que vayan. Sin ir más allá, ninguna otra liga de fútbol del mundo permite que mujeres trans participen de ella.

“Lo mío hoy es una responsabilidad porque la sociedad me toma como una referente a través de mi lucha, de la conquista. Yo conquisté un sueño, un deseo propio como futbolista, es algo que amo hacer. No es que vine al fútbol a querer llegar a ser esto, sino que es algo que realmente me gusta y me apasiona hacer. Se me dio la oportunidad de abrir un camino en lo que es el fútbol profesional a nivel inclusión”, apuntó Mara.

Actualmente, Mara Gómez es atleta Nike y también activista de la UNICEF jóvenes, colaborando así para que miles de adolescentes puedan desarrollar una vida más llevadera y con menos odio. Según el último estudio de la Unicef Argentina, en el que participaron casi 800 jóvenes de todo el país, durante la cuarentena más de nueve de cada 10 encuestados vieron ataques de este tipo, mientras que la mitad identificó a la población LGBT+ como la más violentada.

Visibilizar

Si bien cada año es más “normal” ver cómo una jugadora de fútbol muestra a su pareja, hacer familia y tantas otras cosas naturales de la vida, el tema hoy está en que las instituciones se hagan cargo no solo de sus jugadoras, sino de sus jugadores, dirigentes y público. El fútbol femenino es un ambiente seguro, nadie te juzga, ni se incomoda ni menos te hacen cruces por ser quién eres.

Sin embargo, el futfem no está exento de discriminación, a tal nivel que a muchos de los hinchas no les gusta el fútbol de mujeres porque hay puras *inserte palabra peyorativa para lesbianas*. Y si los clubes no dicen nada respecto a eso, se sigue perpetuando. Si no son capaces de defender a sus jugadoras y jugadores, entonces los clubes solo son un activo al cual no interesa lo que hagan con su vida ni como la vivan, pero las expone al juicio público.

Hay avances en clubes; sin ir más lejos en Chile, Santiago Morning ha sido el primero en utilizar jinetas y números con los colores de la diversidad, anteponiendo éstos como valores de su institución. Pero no solo es un tema de colores, también de profesionales competentes y educados en Género y Disidencias.

¿Cuántos clubes tienen actualmente psicólogo o no para sus jugadoras? ¿Cuántos de ellos han realizado charlas a sus series menores educándolos en identidad de género y orientación sexual? Son palabras que pueden ser complicadas, pero la discriminación es una gran ola que crece y crece y muchas veces te lleva a tomar decisiones por no tener el apoyo suficiente o no poder contar lo que te sucede. Pasa y seguirá pasando si no hay cambios profundos.

Por un Día del Orgullo en el fútbol en el que no haya que estar esperando mayor representatividad y apoyo. Porque no sea necesario usar el término “salí del clóset” para contar quién eres y a quién amas.

Foto: FIFA

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