Universidad de Chile, sin vuelta atrás

La decisión que tomó Universidad de Chile de tomarse seriamente el fútbol femenino (aún falta, aclaro) le dio resultados en el cortoplazo.

En la U veían que año a año Colo Colo seguía consolidando su poderío en el ámbito nacional e internacional del fútbol femenino. No conforme con ello, fueron espectadores de la irrupción de Santiago Morning, que con su tercer campeonato consecutivo no se cansa de dar vueltas olímpicas.

Todo esto cambió con la llegada de Carlos Véliz, un joven entrenador, ambicioso, trabajador, y para quien el fútbol de mujeres está lejos de ser un hobbie o un pasatiempo. No. Véliz tiene un cuerpo técnico de lujo que puede amanecer preparando jugadas si es necesario, estudiando cuidadosamente a las rivales, y generando un clima realmente competitivo. ¿Se equivoca? Claro, pero aún no conozco a un DT que sea perfecto.

El estratega ha mordido el polvo de la derrota, sí; perdió la final ante el Chago en Viña del Mar, y también cayó en definición a penales ante Ferroviaria cuando tenía la final a la mano. Pero, también hay que contarle las buenas; le ganó una definición al cuadro albo, su eterno archirrival, lo que le permitió jugar una Copa Libertadores, torneo continental que hace unos años parecía un sueño lejano para la institución azul.

El crecimiento de la U es un claro ejemplo de que cuando un club decide apostar por algo, es más factible que los resultados y los objetivos se den, y la lógica apunta a que si siguen apostando, creyendo e invirtiendo en este proyecto que trazaron, los títulos se darán tarde o temprano y las alegrías seguirán.

Hago presente que lo hecho por las Leonas va más allá de “dejar una buena impresión fuera y dentro de la cancha”, realmente llamaron la atención de una masa que sigue mirando el fútbol femenino de reojo, lograron encantar a mucho fanático y no es mentira que los forofos no sintieron diferencia si eran las jugadores o jugadores los que estaban en la cancha, era la U, sin diferencia, y ese es un logro claro e inobjetable de este grupo.

La U tomó la decisión de ir por algo grande y lo está consiguiendo, sobre todo por la identificación ya descrita. Ahora dependerá del club seguir la senda e ir por más, o retroceder y seguir en el injusto anonimato.

Creo que la respuesta es clara, “no escucho y sigo”, como dice la canción, y a seguir creyendo en esta idea y en estas jugadoras.

Foto: Javiera Mera / Comunicaciones Universidad de Chile

Comentarios

Cristopher Antúnez

Periodista. Viví inolvidables coberturas con Universidad de Chile y la selección nacional. Sigo soñando porque de eso se trata la vida.

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